Vuelven las Tinajas, en marcha el Proyecto Tinajas
Las modernas ánforas fabricadas por empresas enológicas francesas que actualizan formas llegadas de la Roma antigua. Los históricos 'qvevri' de Georgia, testigos de las formas más antiguas, muchas veces milenarias, de elaboración del vino... Los envases de barro cocido, que hace medio siglo se desterraban en España mientras nos abríamos a las maravillas modernas del acero inoxidable para fermentar el vino y las barricas de roble –francés, si hay dinero- para criarlo, vuelven con fuerza. Y cada vez más profesionales y aficionados se interesan por la forma más española y quizá más perfecta de esos recipientes: la tinaja manchega.
El 1 de octubre se ha anunciado que la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV), el Master of Wine español Pedro Ballesteros y el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) acaban de firmar un acuerdo de colaboración para impulsar la forma en que las tradicionales tinajas de barro cocido, típicas de Castilla-La Mancha, pueden ser un magnífico y moderno elemento para la elaboración de vinos de calidad. El proyecto, en sus fases iniciales, analizará distintas experiencias que se están llevando a cabo, tanto en España como en otros países productores de vino en el mundo, con este tipo de envase.
El proyecto de investigación analizará las características especiales que estos depósitos ofrecen para la elaboración del vino y los efectos positivos que, de un material clásico unido a nuevas técnicas de elaboración, pueden derivarse para los vinos de alta calidad.
Pedro Ballesteros MW, durante su presentación en la II Cumbre Internacional del Vino, celebrada en Toledo el pasado mes de marzo, hizo hincapié en el redescubrimiento de la tinaja por algunos de los más afamados elaboradores internacionales. Y, para contribuir al lanzamiento de este proyecto, el único Master of Wine español ha donado los honorarios que percibió por su presentación en la cumbre.
Por su parte, la Plataforma Tecnológica del Vino es el instrumento del sector vitivinícola español para impulsar y desarrollar todos los proyectos de I+D+i que puedan interesar a diferentes empresas, centros de investigación, instituciones y profesionales del sector y que contribuyan a la mejora de los productos, las técnicas de producción, elaboración y comercialización del vino español, con especial incidencia en la búsqueda de la calidad.
La tinaja se ha empleado tanto para la fermentación como para la crianza del vino. En España son ya múltiples los experimentos de recuperación de esta vasija, cuya transpiración natural da lugar a interacciones interesantes con el aire: desde las vinificaciones de Rafa Bernabé en Alicante hasta la crianza de vinos tintos por Pablo Calatayud en su Celler del Roure valenciano.
Bernabé, que ha lanzado a la fama al artesano tinajero manchego Juan Padilla, ha afirmado: "Los vinos de tinaja son la pura expresión no solo del suelo, del clima, sino también de sus gentes y poseen una energía feromónica difícil de explicar". La referencia a las feromonas es oportuna para explicar la atracción casi animal que la tinaja ejerce, y que sin duda contribuye a este inesperado retorno al primer plano de la cultura del vino.